Geodiversidad – Rocas y fósiles

Geodiversidad – Rocas y fósiles

La larga historia geológica de Costa Quebrada, así como los diferentes sucesos que aquí se produjeron, dieron lugar a una cierta diversidad de materiales rocosos, empaquetados en una serie de capas, y a los diferentes restos fósiles que estas rocas contienen.

Calizas arrecifales aptienses (Formación Reocín). EDAD

Con 200 metros de potencia, su formación se prolonga hasta el Albiense Inferior, está compuesta por calizas micríticas arrecifales de rudistas, y presenta diversos procesos secundarios de dolomitización y mineralización de Pb-Zn. De color gris claro, tiene un notable valor minero. Se encuentran en la peninsula de Somocueva y en la hilera más externa de Urros.

Limolitas y areniscas albienses (Formación Suances). EDAD

Con unos 100 metros de espesor, en el lapso comprendido entre el Albiense Medio y el Cenomaniense Medio se produce el depósito de ciclos de facies detríticas progradantes litorales. En ella alternan niveles de limolitas carbonosas con abundantes indicios de azufre y areniscas con laminación cruzada. Estas rocas se encuentran en el istmo de Somocueva.

Calizas cenomanienses (Formación Altamira) . EDAD

Con unos 120 m, está constituida fundamentalmente por calizas arenosas con algunos niveles margosos intercalados, y aglutina los materiales de un miembro superior, netamente calizo, y un miembro intermedio con la Formación Suances, en el que las calizas tableadas se intercalan con niveles margosos, y que representa una etapa de transición entre ambas formaciones.

Margas y calizas del Turoniense-Santoniense (Formación Sardinero). EDAD

Tiene un grosor de unos 600 m. Estos materiales pueden dividir en dos tramos. El primero de ellos se corresponde con depósitos margocalizos de edades comprendidas entre el Turoniense Medio y el Coniaciense Inferior. Está conformado por margas arcillosas ricas en glauconita en el muro, que son sepultadas por calciturbiditas en primera instancia, y por nuevos niveles de ritmitas margocalizas a continuación.
El segundo tramo, que abarca desde el Coniaciense Inferior hasta el final de Campaniense Inferior, comienza con el depósito de nuevas calciturbiditas siliciclásticas proximales, de tendencia estratocreciente al principio, que pasa a estratodecreciente después. Sobre ellos aparecen nuevamente ritmitas margocalizas que terminan en un hardground sobre un nivel calizo. Tras ellas se presenta una sucesión de ciclos estrato y granocrecientes que comienzan con margas y terminan con calcarenitas nodulosas, y que en el Santoniense se ven sepultadas por secuencias en las que las facies gradualmente pasan de margosas a calizas. Estas últimas son de tipo noduloso debido a la actividad de organismos generadores de Thalassinoides.

Calcarenitas maastrichtienses (Formación Cabo de Lata) EDAD

Tienen un espesor de 160 m y abarcan un periodo comprendido entre el Campaniense superior y el Maastrichtiense. Los diferentes niveles calizos de esta formación van incrementando gradualmente su contenido en arenas, de modo que los miembros superiores presentan un carácter netamente proximal, y una naturaleza calcarenítica, incluyendo abundantes lentejones arenosos y algunos conglomerados. La secuencia superior está compuesta por dolomías laminadas con grietas de retracción.

Dolomías y calcarenitas selandienses (Formación San Juan) EDAD

Tiene un espesor de 70 m, y está formado por dolomías arenosas y microcristalinas y por calcarenitas biopelmicríticas.

Calizas thanetienses (Formación Sancibrián) EDAD

De unos 10 metros de potencia, estos materiales thanetienses están formados por calizas con intercalaciones margosas ricas en glauconita.

Calcarenitas y calizas arenosas (Formación Estrada) EDAD

Tiene un espesor de 100 m

Calcarenitas y calizas arenosas (Formación Peña Saría) EDAD

Con 150 m, son los materiales consolidados más modernos de Costa Quebrada.

Depósitos recientes

Adicionalmente se presentan una serie de depósitos sedimentarios neógenos que se corresponden con la historia deposicional más reciente del área, y que incluyen terrazas fluviales y playas colgadas pleistocenas, y cubetas de descalcificación, playas y dunas, depósitos estuarinos y aluviones holocenos. En el ámbito litoral es notable no por su dimensión espacial ni relevancia en la configuración geológica del área, sino por su singularidad y fragilidad, la formación de tobas biogénicas en los puntos de intersección entre las aguas dulces de arroyos y pequeñas surgencias, cargadas de carbonatos, y las aguas marinas.