La Huella Humana – Introducción
Desde una ciencia como la geología, vemos cómo Costa Quebrada nos desvela la historia de nuestro planeta, y debemos tener muy presente que el patrimonio natural y cultural son inseparables.
Teniendo en cuenta que el hombre es un animal terreste y que el planeta que habita esta ocupado en 2/3 de su superficie por agua, las costas son las fronteras más importantes y peligrosas.
De este modo, nuestro litoral esconde numerosísimos testimonios de hechos pasados.
La pesca, el comercio, la guerra o el ocio son factores humanos que impregnan nuestras costas de recuerdos de épocas olvidadas. La actividad maritima y costera no solo incide sobre el agua o la tierra, sino también sobre la memoria.
Así, nos ha dejado testigos en forma de pecios, molinos, ermitas, caminos, instrumentos de pesca o navegación, documentos, toponimia, relatos, tradición oral, creencias o supersticiones…
Las motivaciones turísticas, la ausencia del concepto “patrimonio maritimo” en la sociedad, la carencia de estudios y catalogaciones sistematicas y las dificultades para hacer cumplir las leyes vigentes, hacen de éste privilegiado soporte de la memoria de un pueblo, un patrimonio de extrema fragilidad.
Pero la actividad marítima y costera, además de facilitar la vida sobre el planeta y generar patrimonio, incide sobre nuestro medio ambiente y destruye patrimonio natural.
Con la tala de bosques o la extracción de mineral de hierro para la construcción de navios, con el naufragio de cargeros de sustancias peligrosas o con el joven pero demoledor monstruo de la construcción masiva e la costa, la actividad maritima y costera transforma el litoral.